martes, 26 de mayo de 2020

Cuento: EL GATO NEGRO


¡Escucha el clásico cuento de Edgar Allan Poe!

El gato negro es uno de los mejores relatos de terror psicológico, escrito por el genial Poe. Te invitamos a disfrutar de su lectura dramatizada, a cargo de Ricardo Morante, quien es bachiller de Comunicaciones de la Universidad de Lima, actor, productor y gestor cultural; asimismo es director de Aqualuna, Grupo de Teatro. También es administrador del Teatro Auditorio Miraflores (Perú), en donde realiza una activa función de promoción de las artes escénicas.

Para acceder al enlace de video, realiza un depósito de 5 soles en la cuenta de ahorros BCP en soles: número 193-98041441-0-57 (después de realizar el depósito enviar foto del voucher a velardesergio2@gmail.com indicando el nombre del cuento).


Comentarios acerca de El gato negro:

En este cuento vamos conociendo la historia del narrador, el cual nos cuenta que desde muy temprana edad ha amado a los animales. Él y su esposa tienen muchas mascotas, incluido un gato negro grande y hermoso (y del cual su esposa hace referencia a la teoría de las brujas) llamado Plutón. Este gato es el favorito entre los animales que tiene la pareja del narrador. Y es así que esta relación especial dura varios años, hasta que el narrador conforme avanza la historia nos revela que se ha convertido en un alcohólico y que una noche después de llegar intoxicado finalmente ataca a su mascota preferida, y a partir de aquí cada vez nos va mostrando más hechos lamentables que realiza a consecuencia de su enfermedad. Este cuento, aunque es muy corto, permite conocer las consecuencias de esta enfermedad, de cómo va cambiando una persona hacia la violencia y de cómo quienes le rodean salen lastimados. Este es un relato en definitiva que lo tiene todo.

“No espero que nadie crea el pequeño y simple relato que voy a escribir… mañana voy a morir y quiero de algún modo aliviar mi alma.” Fragmentos del inicio de este breve relato de Poe, que ilustra magistralmente hasta dónde el hombre puede ser arrastrado por el vicio, de la intemperancia a la perversidad, y de aquí al crimen de un solo paso, sin el menor remordimiento. La transformación del hombre sometido por sus instintos, y la expurgación de la culpa por azar, algo que algunos llamarían karma, pero que simplemente, tal cual él menciona, son consecuencia de la falta de previsión de la arrogancia, y la pérdida de la humanidad sobajadas por las debilidades que dominan al hombre. Un relato críptico, salpicado de magia, raciocinio y supersticiones a partes iguales, que deja a la interpretación del lector la causal de los hechos finales. El gato Plutón, los gatos negros, son de mala suerte, o contienen una bruja. Sin duda, excelente manejo del lenguaje, y equiparable o literalmente un cuento emparedado entre El corazón delator y El barril del amontillado.

De nuevo, en El gato negro, -como en El corazón delator- hablamos de la culpa, de cómo nuestra propia cabeza y pensamientos pueden ser tan pesados como para no dejarnos dormir, pensar, respirar, hacernos sentir miedo y desesperación. Y de la soberbia... al final, no fue la culpa la que destruyó al personaje, sino la soberbia. Se creía un genio, un sabio, creía que había cometido una hazaña increíble de la cual no podría ser descubierto. Y al final, gracias a su soberbia, terminó entregándose solo. Y algo que me llamó mucho la atención es cómo podemos sentir tanta empatía y tanto amor, cariño, dolor y culpa por lo que le sucede a un animal, pero cuando se trata de un humano, alguien de nuestra propia raza, no sentimos ni el más mínimo remordimiento o dolor.


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