¡Escucha el clásico cuento de Edgar Allan Poe!
El gato negro es uno de los mejores relatos de terror
psicológico, escrito por el genial Poe. Te invitamos a disfrutar de su lectura
dramatizada, a cargo de Ricardo Morante, quien es bachiller de Comunicaciones
de la Universidad de Lima, actor, productor y gestor cultural; asimismo es director
de Aqualuna, Grupo de Teatro. También es administrador del Teatro Auditorio
Miraflores (Perú), en donde realiza una activa función de promoción de las
artes escénicas.
Para acceder al enlace de video, realiza un depósito de 5
soles en la cuenta de ahorros BCP en soles: número 193-98041441-0-57 (después
de realizar el depósito enviar foto del voucher a velardesergio2@gmail.com indicando el nombre del cuento).
Comentarios acerca de El gato negro:
En este cuento vamos conociendo la historia del narrador, el
cual nos cuenta que desde muy temprana edad ha amado a los animales. Él y su
esposa tienen muchas mascotas, incluido un gato negro grande y hermoso (y del
cual su esposa hace referencia a la teoría de las brujas) llamado Plutón. Este
gato es el favorito entre los animales que tiene la pareja del narrador. Y es
así que esta relación especial dura varios años, hasta que el narrador conforme
avanza la historia nos revela que se ha convertido en un alcohólico y que una
noche después de llegar intoxicado finalmente ataca a su mascota preferida, y a
partir de aquí cada vez nos va mostrando más hechos lamentables que realiza a
consecuencia de su enfermedad. Este cuento, aunque es muy corto, permite
conocer las consecuencias de esta enfermedad, de cómo va cambiando una persona
hacia la violencia y de cómo quienes le rodean salen lastimados. Este es un
relato en definitiva que lo tiene todo.
“No espero que nadie crea el pequeño y simple relato que voy
a escribir… mañana voy a morir y quiero de algún modo aliviar mi alma.” Fragmentos
del inicio de este breve relato de Poe, que ilustra magistralmente hasta dónde
el hombre puede ser arrastrado por el vicio, de la intemperancia a la perversidad,
y de aquí al crimen de un solo paso, sin el menor remordimiento. La
transformación del hombre sometido por sus instintos, y la expurgación de la
culpa por azar, algo que algunos llamarían karma, pero que simplemente, tal
cual él menciona, son consecuencia de la falta de previsión de la arrogancia, y
la pérdida de la humanidad sobajadas por las debilidades que dominan al hombre.
Un relato críptico, salpicado de magia, raciocinio y supersticiones a partes
iguales, que deja a la interpretación del lector la causal de los hechos
finales. El gato Plutón, los gatos negros, son de mala suerte, o contienen una
bruja. Sin duda, excelente manejo del lenguaje, y equiparable o literalmente un
cuento emparedado entre El corazón delator y El barril del amontillado.
De nuevo, en El gato negro, -como en El corazón delator-
hablamos de la culpa, de cómo nuestra propia cabeza y pensamientos pueden ser
tan pesados como para no dejarnos dormir, pensar, respirar, hacernos sentir miedo
y desesperación. Y de la soberbia... al final, no fue la culpa la que destruyó
al personaje, sino la soberbia. Se creía un genio, un sabio, creía que había
cometido una hazaña increíble de la cual no podría ser descubierto. Y al final,
gracias a su soberbia, terminó entregándose solo. Y algo que me llamó mucho la
atención es cómo podemos sentir tanta empatía y tanto amor, cariño, dolor y
culpa por lo que le sucede a un animal, pero cuando se trata de un humano,
alguien de nuestra propia raza, no sentimos ni el más mínimo remordimiento o
dolor.
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